jueves, mayo 29, 2008

Preocupaciones

Simplemente hay personas hacia quienes no nos nace ser agradables; personas que reciben nuestro trato despectivo o incluso ignoramos completamente.

Hay demasiadas cosas de qué preocuparnos como para estar al pendiente de si herimos o no los sentimientos de alguien más... y sin embargo algunas veces no podemos evitarlo.

Al final del día, ¿A quién le importa lo que la demás gente piense de nosotros?. Nos sorprendería descubrir que tan egocéntricos somos, y por ende, que tan poco tiempo ocupamos en la mente de los demás.

Y aún así, el entorno influye lo suficiente sobre nosotros y no importa cuánta individualidad quieramos mantener, siempre terminamos cambiando.

Supongo que es como si buscáramos una analogía para describirlo, pero no pudiéramos encontrar una apropiada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces se pierde la nocion del tiempo cuando haces cosas interesantes.

Aunque a veces da una satisfaccion especial molestar a alguien fastidioso o aleccionador con una platica que sabes que les interesa poco y mas cuando se sientan y les vuelves a hablar y haces que se paren otra vez..