Si tienes un sueño frecuentemente, siempre con las mismas interacciones entre sus elementos. ¿El sueño es real?
Para sintonizarnos en el mismo canal, tal vez sea necesario adentrarnos en lo que ocurre en un sueño promedio de un Xig promedio (ya en su momento tendremos que presentar otros ejemplos, pues el estimado Xig promedio ya puso una queja(y resolver esos conflictos internos es todo un reto)). No vamos a revelar detalles, pues no vale la pena exponer los traumas y conflictos (que tanto nos ha costado resguardar(pro bienestar del lector)) del Xig Promedio. En esta
liga, hay un video de ejemplo que puede (o no) representar con total (o parcial) exactitud lo que ocurre en un sueño promedio del Xig.
Pero bueno, haciendo a un lado los autos, y generalizando un poco más de otros sueños. Es difícil interpretar qué es lo que realmente ocurre allá adentro. Y es más difícil discernir entre lo que es sueño y lo que es diálogo entre unos Xig's y otros (ya no hablemos de discusiones, pleitos, asambleas, elecciones, manifestaciones, recuentos, etc (todas esas cosas que caracterizan a una sociedad madura e inteligente)). Muchas veces nos perdemos en el simbolismo de lo que creemos que la imagen representa. Otras veces hacemos de lado el simbolismo y queremos aceptar la imagen tal como es. Otras veces nos es fácil percibir los colores y otras los sonidos; en ocasiones son los olores y los sabores los que cobran particular importancia. Pero la importancia de las sensaciones y de la metáfora (cuando aplica) se pierde si, al despertar, no podemos recordarlas.
Algunas veces, al despertar y recordar lo que hemos soñado (con el esfuerzo que requiere filtrar toda la información que es la red de comunicación entre las personalidades ocultas que tenga cada quien en su mente(o ni tan ocultas en el caso del Xig Promedio)) nos es fácil relacionar lo que ha ocurrido en el sueño con algo que es real. Y mientras más elementos de la realidad podamos aislar, más lógica parecera la liga entre el sueño que tuvimos y el evento en cuestión.
El Xig Promedio no quiere caer en clichès de cosas paranormales dignas de un talk show (especie de programa televisivo que afortunadamente está agonizando (cómo nos gustaría que a los reality shows se los cargara el mismo payaso(Mítico payaso cargador(payasete del rating, suponemos)))). Pero si analizamos con suficiente cuidado nuestros sueños, nos daremos cuenta que están relacionados con cosas que acaban de ocurrir (sin que nos diéramos cuenta) o que están por ocurrir. Muchas veces podemos decir que se trata de una casualidad, o de una coincidencia y siempre que decimos eso, cada vez que usamos la palabra 'casualidad', debemos estar conscientes de que lo que en verdad ocurre, es que estamos obviando dos o más circunstancias, que, si las relacionáramos, podríamos quitar el concepto de 'casualidad' y cambiarlo por el de 'causa-efecto'.
Los sueños ocurren cerca de esa capa de la realidad que conscientemente nos hemos convencido de ignorar. Esa parte escencial de la realidad que describe todas quellas cosas que nos son difíciles de comprender, a las que les atribuimos adjetivos como: increible, insólito o hasta milagroso. Muchas veces los sueños nos recuerdan acerca de las posibilidades de las decisiones que no tomamos. Nos hacen ver el mundo desde una perspectiva distinta, aunque familiar. Impiden que olvidemos nuestros errores y nos hacen experimentar las posibilidades de lo que no ha sido y de lo que nunca será. Y si nos detenemos al despertar y analizamos lo que ha ocurrido en nuestra mente mientras dormíamos, si sabemos qué buscar, más tarde encontraremos situaciones que, de habernos levantado rápidamente y olvidado lo que soñamos, sólo podríamos calificar de 'extrañas coincidencias'.
Muchas veces durante los sueños es que nuestra mente puede procesar la información suficiente para encontrar la relación de causalidad entre dos eventos aparentemente ajenos entre sí, y es entonces que ocurren los ya tan famosos
déjà vu. Y sentimos que ya hemos vivido algo, o que una u otra situacion la hemos vivido en un sueño. Desafortunademnte, la cultura nos ha hecho calificar estas situaciones como anormales o que son por casualidad. Pero nada es por casualidad (No es el post ni el momento para desarrollar una idea al respecto (donde la posibilidad de la casualidad crea la posibilidad de la inexistencia repentina (súbita destrucción del universo)) ya en otro post hablaremos al respecto). Otros se han aprovechado de tales situaciones para manipular a las masas (religiones? líderes sociales? esoterismo?). Y es en respuesta a todo esto que otro Xig acaba de crear la siguiente ley de Xig: 'Reality is as God as it gets.'
La ignorancia, a veces, es un pequeño rincón de comodidad en el que podemos detenernos a descansar del torrente de realidad que es difícil de asimilar y controlar. Sin embargo, más vale estar preparados, pues por más que queramos ocultarnos en la ignorancia, ya llegará un momento en que un sueño llegue y te golpee con tanta fuerza, que te despertarás gritando a mitad de la noche como si el mundo estuviera terminando. Como si estuvieras flotando en un llano oscuro y desierto observando a lo lejos como una aguja gigante zurce el cielo con el horizonte, mientras el ritmo pausado de las percusiones se hace más lento y el ruido no te deja escuchar nada más. Y luego todo se torna oscuro y en medio de la nada, sólo hay un vacío infinito y el hueco de un rostro que alguna vez lo llenó.
A final de cuentas, los sueños son reales mientras están ocurriendo.
El paso del tiempo deja una huella imborrable sobre nosotros, hasta que por fin nos consume.
Lo importante no es la decisión que tomaste, ni lo que hiciste o dejaste de hacer en ese momento. Si después te arrepientes o te sientes orgulloso tampoco es relevante, pues ya habrá un futuro para actuar de nuevo. Lo que importa es que a final de cuentas, independientemente de lo que hayas hecho, ese preciso instante habrá transcurrido.
Ahora bien, puede ser que el universo no se rija por números continuos. Es probable que el universo esté definido por números aleatorios. De manera que la continuidad que atribuimos al tiempo no es más que una pequeña anomalía en nuestro rincón de la realidad. De la misma manera que al escribir en el teclado numérico una cifra formada de dígitos aleatorios, digamos 127824939388259 da la sensación de ser más coherente (y natural) que otras cifras que fueron premeditadamente ordenadas para ser tecleadas en este tipo de dispositivos.
