miércoles, diciembre 01, 2010

Más usados Noviembre 2010


Este mes me la pasé trabajando en un sitio en WordPress, PHP y MySQL como en los viejos tiempos. Notepad++ es un editor de textos extremadamente recomendable y GIMP 2 te permitirá deshacerte de tu licencia pirata de PhotoShop (porque admítelo, no pagaste por él)

lunes, noviembre 01, 2010

Más usados Octubre 2010

Este mes ya aparecen el BISD y el Visual Studio, así que, algo debí estar haciendo bien. SharePoint designer se niega a desaparecer y Firefox aparece como aplicación nueva porque tuve que reinstalarla, pues depués de haberse actualizado se cerraba al terminar de cargar cada página. Nunca antes me había tocado ver a Firefox inestable, siempre hay una primera vez.

martes, octubre 26, 2010

Acumulador

Este fin de semana me llevé una agradable sorpresa: El Swift no encendió el domingo por la mañana a causa de batería descargada. El lunes... hizo exactamente lo mismo.

No tendría problema en aceptarlo, de no ser porque en noviembre del año pasado, le acababa de cambiar la batería. Menos de un año de vida y eso que la anterior, que duró casi 2 años y medio, se me hizo que expiró extremadamente rápido. Aunque considerando la cantidad de equipo eléctrico del auto, y el hecho de que es extremadamente pequeño, no debería sorprendernos tanto la corta vida del acumulador. Suzuki bien pudo haber incluido un acumulador ligeramente más grande en la versión como la que se vende en México.

Busqué la factura por todas partes y no daba con ella, al final, ya cuando me estaba dando por vencido, la encontré en la cajuela del auto (¿Cómo se puede esconder una factura en una cajuela tan pequeña?). 5 minutos después ya estaba en la agencia reclamanado por la baja calidad de la batería que le habían instalado (obviamente en la agencia, porque la batería es lo suficientemente rara como para no ser distribuida por nadie más en esta ciudad (De hecho busqué algún otro distribuidor que la tuviera hace un año, pues el costo en Suzuki me parecía excesivamente alto(pero ese es un tema que no vamos a tocar ahora))).

Llevé el auto el lunes en la mañana. Les expliqué todo el problema y el tiempo que tenía con la batería. El día transcurrió y al final se comunicaron conmigo para decirme que mi auto ya tenía prácticamente 3 años de uso y que iban a ver si podían meter la batería a garantía, yo los interrumpí para decirles que no iba a pedir garantía del auto, sino únicamente del acumulador, que había cambiado once menses antes en ese mismo taller.

Me devolvieron la llamada poco después, y mi más terrible temor se hizo realidad: El auto tendría que pasar la noche en la agencia, efectivamente dejándome sin auto por más de 24 horas.

Es uno de esos momentos en que te sientes tan desprotegido, peor que si te hubieras quedado sin casa (supongo que eso digo porque nunca me he quedado sin casa (aunque también estoy seguro que seguiré diciendo lo mismo si en algún momento llegara a ocurrir)). Esa sensación de ansiedad de que el tiempo no corre lo suficientemente rápido y que de hecho se estanca y se aferra al presente hasta diluirse en un amalgama de flujos que no van a ningún lado (claro, de esto tampoco hablaremos hoy).

Al inicio del segundo día se comunicaron conmigo para pedirme la factura, creo que con intención de que yo les dijera que no la tenía y ellos poder decirme que no entraría en garantía. No obstante les dije, "ahora mismo la escaneo y se las envío por correo".

Horas más tarde, después de la hora de la comida, me hablan para decirme que el auto ya está listo. Que podía pasar por él en cualquier momento antes de las 6:30pm.

Llegué al taller y para mi sorpresa el auto estaba extremadamente limpio, la batería era nueva y no había tenido que desembolsar ni la más mínima fracción de los $2,790.00 que me costó el acumulador allá en Noviembre de 2009. Algunas veces el mundo simplemente funciona.

sábado, octubre 23, 2010

151-160

Hace mucho tiempo solía actualizar este blog y agregar elementos a esta lista, con más periodicidad. Los tiempos han cambiado y en 2010, a penas promedio poco más de un post por mes (y no con la misma extensión que antes). Pero mientras seguimos analizando las razones, la lista de hoy contiene:

151. Los pastos verdes siempre crecen en el jardín de al lado. Las hierbas siempre en el propio.
152. ¿Qué es primero, la comparación o el desempeño?
153. Never lose your cool.
154. Tener claridad de mente no siempre es una ventaja.
155. Te das cuenta que tus padres tenían la razón hasta que tienes un hijo que piensa que tú no la tienes.
156. Is consciousness an illusion?
157. Cuando tengas nada, cuida que no explote, pues podría crear otro universo.
158. Para ganar una carrera debes conducir tan lento como sea posible, pero manteniendo el primer lugar.
159. Selecciona cuidadosamente las partes de la realidad que quieras aceptar.

martes, septiembre 28, 2010

Más usados Septiembre 2010

Extrañamente este mes tampoco se ve el Visual Studio ni el SQL Server en mi lista de aplicaciones más usadas. SharePoint sigue siendo SharePoint y el Remote Desktop me permite presumir sin necesidad de probarlo, que en otra PC estuve haciendo cosas interesantísimas.

lunes, septiembre 27, 2010

Envejeciendo

Hay muchos signos que nos alertan de que empezamos a envejecer... - 23/01/09

Olvidar que nos faltó terminar algo, es una de ellas.

martes, agosto 24, 2010

Más usados Agosto 2010

Esta es una imagen del menú Inicio y las aplicaciones que más he utilizado durante agosto en el trabajo. ¿Dónde está el SQL Management Studio o el Visual Studio? ah sí, ¡Hola! Sharepoint Designer.


Veamos qué tanto cambia esta imagen con el tiempo.

jueves, mayo 20, 2010

9 Viajes que no debí haber sobrevivido y que (necia y obviamente) sobreviví. Parte 6

Guadalupe, Zac a Jerez, Zac. 60 kms, 35 minutos. () Octubre 1999. Chrysler Phantom
Cronológicamente, éste es el primero de mis viajes peligrosos que no incluyó altas velocidades, al menos no desde el inicio. Y por eso puede parecer sorprendente si comienzo con la siguiente moraleja: manejar despacio puede matarte.

Era un sábado después del Gran Premio de Malasia y uno antes del Gran Premio de Japón en una temporada en que Ferrari tenía que aparentar que quería ganar el cameponato de conductores con Eddie Irvine, y que Mika Hakkinen tenía que aparentar que le importaba ganarlo aunque la mitad de la temporada no hubiera estado Schumacher.

Pero fuera del mundo de la F1, yo estaba por terminar mi carrera y graduarme. En general había tenido una semana difícil, con varias discusiones y desacuerdos tanto con la institución educativa en la que había estudiado durante los últimos 7 años y medio, con mis compañeros de carrera, la empresa donde hacía mi servicio social, y ya ni mencionar que también con mis amigos y familia.

Era uno de esos puntos angulares donde, en retrospectiva, te das cuenta que son del tipo que definen tus próximos años. El futuro siempre se las arregla para llegar sin anunciarse, y peor cuando llega en rachas y años de tu futuro aparecen repentinamente en un día.

Faltaban poco menos de 15 kilómetros para llegar a Jerez, cerca de las 10 de la noche y conducía despacio porque el futuro inmediato me decía que la economía no estaba para alimentar al Turbo del Phantom, pero sobre todo, porque no me sentía con ánimos de hacerlo... No tenía ánimo para estar en Zacatecas, y por eso me encontraba en la carretera durante un momento en que no debería haber estado.

Por el retrovisor pude ver luces de un vehículo que se acercaba rápidamente, cuando me paso, me di cuenta que era un auto de Dodge de inicios de los 80's, probablemente un Duster, pero definitivamente no un Super Bee (mítico auto del que ya hemos hablado y (obviamente) volveremos a hablar). Me pasó a no menos de 150 kmh, y la sorpresa venía detrás, una camioneta Chevrolet de los 70's, de color amarillo, que parecía iba persiguiendo al Dodge.

En ese entonces (y de hecho hasta hace muy poco) esa parte de la carretera era de sólo 2 carriles, sin acotamiento, y típico de carreteras zacatecanas, sin mantenimiento. Cuando la camioneta se cambió de carril para pasarme, el auto que venía en sentido contrario le hizo cambio de luces, para que se percatara de que allí iba y que ya estaba cerca. El conductor de la camioneta lo ignoró. Si yo hubiera estado más concentrado en lo que estaba ocurriendo, hubiera soltado el acelerador para que me pasara más fácilmente o (más probablemente) no hubiera dejado que me pasara.

Pero las cosas no fueron normales esa semana y tampoco esa noche. Allí estábamos una camioneta intentando un pase en un tramo muy corto de carretera, un Phantom conducido a un ritmo mucho más lento del habitual y otro vehículo no identificado dirigíendose directo hacia la camioneta, que de un volantazo repentino a la derecha regresó al carril donde yo iba, pero con el pequeño detalle que la caja de la camioneta aún no terminaba de pasar el cofre del Phantom.

Casi puedo recordar la sensación de adrenalina mientras con el pie izquierdo presionaba el freno e intentaba dar vuelta ligeramente a la derecha para evitar el contacto. Los primeros 3 ó 4 milisegundos todo iba bien, pero repentinamente, las llantas traseras se bloquearon y el auto se puso literalmente de lado en la carretera. Había librado el golpe de la camioneta, pero ahora, al voltear a mi izquierda, podía ver las luces de un vehículo que venía directo a mí. Y por mí, no me refiero al auto, o en todo caso, sólo a la parte del auto donde está la puerta del conductor.

Hoy casi puedo imaginar lo que debió haber visto el conductor de ese otro vehículo: no fue suficiente con una camioneta invadiendo carril para rebazar, sino que justo después aparece un auto atravezado, patinando e invadiendo ambos carriles de la carretera.

Mi institnto me llevó a presionar el pedal del acelerador al fondo (algo que a ese carro casi ni le gustaba) y pronto me encontraba abajo de la carretera, dando un trompo, fuera de control y directo a los eucaliptos que en ese entonces adornaban la carretera, pero que hace poco fueron talados para darle paso a la carretera de 4 carriles. Una combinación de Acelerador-Freno-Volante y tres segundos después, todo había terminado, me encontraba completamente detenido arriba de la carretera, casi en el mismo sentido en el que viajaba originalmente, por el retrovisor pude ver que se alejaba el vehículo que estuvo a punto de pegarme, recuerdo el cláxon, pero no recuerdo que vehículo era. La Chevrolet y el Dodge se alejaban enfrente. Y yo me tomé un respiro para racionalizar lo que acababa de ocurrir. No había golpeado nada. Nada me había golpeado y era justo lo que necesitaba para terminar la semana.

Después de unos minutos de reflexión, solté el pedal del freno y pisé el acelerador para intentar dar alcance a la Chevrolet y el Dodge. De alguna forma iban a pagar los platos rotos de todo lo que me había ocurrido hasta entonces. Esa carretera la conocía como la palma de mi mano y casi hasta dormido podía conducirla. Pero no, mis brazos y piernas temblaban incontrolablemente y me era imposible hacer movimientos precisos. Nunca los alcancé y yo estaba al borde del colapso: Nunca antes había estado mi vida en riesgo como en esa ocasión.

sábado, febrero 27, 2010

Exitos

¿Cuál ha sido tu éxito más grande hasta ahora?

Si lo piensas con detenimiento, te darás cuenta que la respuesta depende mucho de tu estado de ánimo... Y después de meditar la respuesta, es muy probable que tu estado de ánimo haya cambiado.

Si cambió, regresa al inicio.

Como estás leyendo esto, no cambió. Continua leyendo. ¿Por qué no cambió? El marco de referencia bajo el que evaluamos los éxitos y fracasos es más variable de lo que nos gustaría creer. 

¿Realmente importa si escribo esta última pregunta? ¿o algo más?

miércoles, febrero 17, 2010

Mil millones

Aproximadamente a esta hora: 12:14:40 de este día: Febrero 17 de 2010. Cumplo Mil millones de segundos de haber nacido.

Cómo siempre, no todos los datos interesantes son relevantes y viceversa.

¿Qué estabas haciendo cuando cumpliste 1,000,000,000 de segundos de nacido(a)? ¿Qué estarás haciendo?

viernes, febrero 05, 2010

9 Viajes que no debí haber sobrevivido y que (necia y obviamente) sobreviví. Parte 5

Monterrey, N.L. a Zacatecas, Zac. 450 kms, 5hrs y 20 minutos () Julio 2005. Ford Escort.
El negocio no iba bien, y no salía para comprar las llantas y motores que el Escort consumía a niveles sorprendentemente altos. Había quienes me decían: 'No lo corras' y obviamente yo no lo iba a despedir, pues no tenía otro auto para disfrutar de la velocidad (en retrospectiva, creo que se referían a que no abusara del pedal del acelerador).

El caso es que regresé a trabajar a la ciudad de Monterrey, pero ya no era tan fácil como cuando era soltero, que de un día para otro podía cambiar de ciudad de residencia sin problema. Durante un par de meses, yo estuve viviendo en Monterrey y mi esposa estaba en Zacatecas, esos meses viajaba cada fin de semana mientras arreglábamos todo lo necesario para cambiar de ciudad (la complejidad se eleva exponencialmente con el número de miembros de la familia).

Ese viernes estaba muy cansado cuando salí de la oficina como a las 8:00pm, estaba empezando a resentir los viajes y desveladas. Pero aún así, tomé la carretera a Saltillo. A medio camino, como a las once de la noche, sentía los ojos muy pesados y que mis reflejos se estaban haciendo lentos. Precisamente por el cansancio iba a un ritmo lento, rara vez excediendo 110 kms/h. Creí que se me pasaría; pero no, una hora después, como 100 kilómetros antes de llegar a Zacatecas me aproximaba a una de las pocas curvas que tiene la carretera Zacatecas-Saltillo. Hubo un momento en que vi la curva a la distancia y mis ojos se cerraban, el sonido del motor enmudecía y los brazos descansando sobre el volante pesaban como rocas. Cuando reaccioné, iba a mitad de la curva, casi invadiendo carril y un trailer circulando en el otro sentido estaba a unos pocos centímetros a mi izquierda: ¡Me había quedado dormido conduciendo!

La adrenalina produjo esa adictiva sensación de opresión en el pecho y mis sentidos se pusieron alerta nuevamente. Intenté racionalizar lo que había pasado: Había recorrido al menos 300 metros dormido al volante, pero antes no iba mucho más conciente, pues si bien era curva, era una curva plana en la mitad de la nada, y no recuerdo el trailer hasta que estaba a pocos centrímetros de mi cabeza. Fácilmente ese trailer estuvo en mi línea de visión por un minuto, y nunca lo vi, no lo recuerdo.

Busqué la salida más próxima, y unos pocos metros después me bajé de la carretera, recliné el asiento e intenté dormir. 20 minutos después estaba más descansado, al menos lo suficiente para terminar el viaje sin que otros vehículos aparecieran "mágica y sorpresivamente" frente a mí (y si aparecieron, no los recuerdo).

viernes, enero 22, 2010

9 Viajes que no debí haber sobrevivido y que (necia y obviamente) sobreviví. Parte 4

Guadalajara, Jal. a Guadalupe, Zac. 310 kms, 2hrs 55 minutos () Noviembre 2003. Ford Escort.
Había pasado todo el día (y el anterior) capacitando en el sistema a gente que no quería ser capacitada, es decir, ellos iban a impartir el curso al resto de los usuarios, pero mientras yo les explicaba, no ponían de su parte. Sin desayunar por llegar a tiempo a una cita a la que no todos le dieron la misma importancia. Sin comer por andarnos moviendo de un lado a otro de Guadalajara y huyendo de gentilezas de las cuales no nos vamos a acordar ni aquí ni ahora.

Pronto se hicieron las 10 de la noche, uno de mis capacitados fue lo suficientemente atento como para robar de mi auto la factura del hotel donde pasé la noche (obviamente no me di cuenta sino hasta muy tarde). Pensé en llegar a comprar una hamburguesa al Burger King: ¡Cerrado!

Eran tantos los indicios de que eso no terminaría bien, que decidí irme y desayunar/comer/cenar en casa en Zac. (porque obviamente esa era una mejor alternativa que los 20 puestos de deliciosos tacos que me topé entre el Burger King y la salida a Zacatecas (algo que obviamente mi estómago no aprobó(prero tenía que demostrarle quién estaba a cargo))). Cuando menos me di cuenta, estaba jugando en las curvas de montaña que hay entre Guadalajara y Jalpa. Acelerando y frenando a fondo. Peleando con subviraje y sobreviraje (¡algunas veces en la misma curva!).
Llegué a la oficina a la 1:00am y el equipo de desarrollo todavía estaba ahí trabajando! Alguien me preguntó: "¿Pues qué no estabas hace rato que hablamos en Guadalajara?".

Como nota al margen, el primer motor del Escort fallaría catastróficamente el siguiente fin de semana, pero no creemos que recorrer 120 kilómetros de montaña a 100 kms/hr promedio haya tenido nada que ver en ello

miércoles, enero 20, 2010

9 Viajes que no debí haber sobrevivido y que (necia y obviamente) sobreviví. Parte 3

Jerez, Zac. a Guadalupe Zac. 60 kms, 22 minutos (Grétel) Noviembre 1998. Chrysler Phantom.
¿Qué ocurre cuando se está acabando el semestre y se te hace tarde un lunes por la mañana cuando estás en el límite de faltas de una de esas materias sin sentido que por ningún motivo quisieras reprobar y mucho menos volver a llevar? Le pisas al acelerador e incluso rebasas a un vehículo que va rebasando a otro (¡en una carretera simple de 2 carriles!). Definitivamente una racha de velocidad memorable. No fue el primer día que corrí ese auto, pero sí fue un evento que contribuyó a la simbiosis Xig-Phantom que caracterizaría los siguientes meses. Me pregunto si mi hermana ya habrá olvidado la agradable experiencia. Lo bueno es que llegué a tiempo y no tuve faltas adicionales.

lunes, enero 18, 2010

9 Viajes que no debí haber sobrevivido y que (necia y obviamente) sobreviví. Parte 2

Monterrey, N.L. a Jerez, Zac. 500 kms, 4hrs 1 minuto. (Anita, Evelyn) Diciembre 2008. Suzuki Swift.
Para variar, en esta vida de Ingeniero de Software/Speed Racer, las desveladas y las altas velocidades son el pan de todos los días. Esa noche de diciembre no sería la excepción. Para poder ir a Zacatecas durante las fiestas decembrinas, tuve que estar muchos días trabajando a marchas forzadas, era normal que dieran las 3 ó 4 de la madrugada aún trabajando y para las 8am ya estaba de regreso en la oficina después de haber dejado a Anita y a Evelyn en trabajo y guardería respectivamente. Esa noche, ellas llegaron por mí a la oficina a la 1:00am y para la 1:30 estába rascando la ventanilla del drive thru del Carl's Jr. para que me alimentaran. No lo hicieron.

A las 2:00am ya había llenado el tanque de combustible y había comprado mi ración de comida chatarra que no puede faltar durante un viaje nocturno, además de una Coca Cola de 1 litro y un mítico y poderoso Red Bull. ¡Y a iniciar el viaje!.

El setting mental era el siguiente: "no importa lo que falte de camino, al primer indicio de que tenga sueño, me detengo a descansar un rato". 150 kms/hr y a las 6:01am estaba terminando de estacionar el Swift afuera de la casa de mi suegros. Una de mis grandes imprudencias (y eso que esta serie de posts está llena de ellas) pues viajaba mi familia conmigo. El sueño sólo durmió a esa parte de mí que hace el esfuerzo sobrehumano de no permitirme conducir siempre con el acelerador hasta el fondo.

jueves, enero 14, 2010

9 Viajes que no debí haber sobrevivido y que (necia y obviamente) sobreviví. Parte 1

La vida está llena de sorpresas. Aseveración que por sí misma no debe representar sorpresa para nadie. Sin embargo si hay algo que puede estar más lleno de sorpresas que la vida misma, es una carretera cuando uno tiene la sensatez imprudencia de no escuchar al cobarde instinto de supervivencia.

Originalmente había pensado en publicar una reseña de los accidentes automovilísticos en que he participado, pero la lista resultó más pequeña de lo que creía, aún incluyendo mi choque de Agosto 2009 que fue lo que me motivio a iniciar este post que ha estado pendiente de ser terminado desde entonces.

Durante los siguientes días, iré publicando los 9 viajes que he realizado donde, viéndolo en retrospectiva, tal vez me excedí un poco, pero que dadas las circunstancias, volvería a hacer. Para cada uno, incluyo la descripción de origen, destino, distancia, tiempo del viaje, acompañantes (en caso de haberlos), fecha del viaje y el auto en cuestión al que le tocó la fortuna de estar bajo mi control[citation needed].


Aguascalientes, Ags. a Guadalupe, Zac. 110 kms, 40 mins. (Beth, JL, Viejo) Septiembre 2003. Ford Escort.
Era la primer reunión que teníamos con el cliente después de aquel viaje en que regresamos con extensión de contrato, cuando sabíamos que lo más saludable para nosotros era cancelarlo. De alguna forma las cosas no se veían bien. Nos habíamos extendido varias horas más de lo planeado. No recuerdo quien, pero alguien tenía prisa por regresar a Zacatecas. Y la carrera inició. No era la primera vez que corría el Escort, pero sí sería la primera vez que fuera cargado. Si mal no recuerdo necesitabamos llegar antes de las 6pm, y salimos de allá a las 5:20pm. Una de las pocas veces que vi el velocimetro arriba de 190 kms/hr en ese auto. Las llantas Michelin X-Radial, que en ese entonces estaban casi nuevas, definitivamente ayudaron en las curvas.

La verdad es que no recuerdo si alguien se quejó de la velocidad, pero en esos tiempos mi ego estaba convencido de que en igualdad de circunstancias no había mucha diferencia con cierto campeón (hasta entonces 6 veces) de F1.

Tal vez era una metáfora a la forma en como había estado afrontando el proyecto. Pero metáfora o no, el hecho de que nunca haya recorrido la carretera Zacatecas-Aguascalientes en menos tiempo (aún en autos más rápidos) es testimonio de que esa tarde fue interesante.