miércoles, septiembre 27, 2006

Tiempo

Son tantas las veces que creemos ser invulnerables, que a veces no somos conscientes de que envejecemos. 199993El paso del tiempo deja una huella imborrable sobre nosotros, hasta que por fin nos consume.

Algunas veces no nos damos cuenta. Dejamos que el tiempo transcurra normalmente. Pretendemos no molestarlo y esperamos que él tampoco nos moleste. Pero otras veces, durante un instante, estamos conscientes de que nunca más volveremos a tener 19 años, 10 meses, 9 días, 6 horas, 34 minutos y 52 segundos de edad. Simplemente el instante se va.

200000Lo importante no es la decisión que tomaste, ni lo que hiciste o dejaste de hacer en ese momento. Si después te arrepientes o te sientes orgulloso tampoco es relevante, pues ya habrá un futuro para actuar de nuevo. Lo que importa es que a final de cuentas, independientemente de lo que hayas hecho, ese preciso instante habrá transcurrido.

Mientras te detienes a pensarlo, otro instante más se ha ido. Mientras más tiempo pasa, más te das cuenta que no somos más que un conjunto discreto de instantes que se perciben a si mismos como continuos. Donde la importancia de muchos eventos se ve eclipsada por otros y donde la distancia en tiempo entre el primero y el último de esos instantes se reduce constantemente, hasta que simplemente no se percibe y luego desaparece.

200039Ahora bien, puede ser que el universo no se rija por números continuos. Es probable que el universo esté definido por números aleatorios. De manera que la continuidad que atribuimos al tiempo no es más que una pequeña anomalía en nuestro rincón de la realidad. De la misma manera que al escribir en el teclado numérico una cifra formada de dígitos aleatorios, digamos 127824939388259 da la sensación de ser más coherente (y natural) que otras cifras que fueron premeditadamente ordenadas para ser tecleadas en este tipo de dispositivos.

No importa… si el dragón está sólo en su cueva, y nadie lo está viendo, ¿Sus ojos todavía son de color amarillo?

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