sábado, mayo 27, 2006

Crónicas de la raqueta

Durante las últimas semanas he estado analizando e iniciando una nueva hipótesis (la cual espero en algún momento poder desarrollarla a teoría (o teorema)), la cual involucra el uso de raquetas de ping pong, de mesa de ping pong y de pelotas de ping pong.

También durante esta semana adopté una nueva forma de practicar el juego. De entrada, decidí a inicio de la semana que iba a jugar con un estilo definido, que me permitiera practicar sólo ciertos tiros para irlos dominando poco a poco, pues regresar a este deporte después de una década de ausencia no es lo más sencillo del mundo (supongo que a ningún deporte es sencillo, pero como además de éste, el otro deporte oficial que practico es la ingestion, en cantidades industriales, de hamburguesas de la estrella (deporte al cual no me costó nada de trabajo regresar(con rotundo éxito, por cierto)), sólo menciono que regresar al ping pong sí es complicado).

Esta semana decidí que iba a jugar sólo defensivo: Nada de tiros ofensivos, sino hacer hasta lo imposible por llegar a la pelota y contestarla. Esa determinación me costó muchos juegos además de una buena caída, pues el piso estaba lleno de polvo, pero eso es algo de lo que ya después hablaremos (aunque el golpe en mi brazo y el desgarre en mi pierna insisten en que no los olvide (y tampoco al causante de la caída)).

Además del estilo defensivo, estuve practicando un tiro en específico: Retorno de servicio corto con combinación de backspin y sidespin. Es decir, retornar los servicios cortos para que la pelota caiga cerca de la red, y que no rebote hacia el contrincante sino hacia un lado. Cuando recibía el servicio, fuera corto o largo, lo regresaba así, cuando estábamos a mitad el punto, siempre que podía lo regresaba así backspin-sidespin. Si había la posiblidad de hacer un smash (remate) para ganar el punto, de esos obvios en los que puedes ver en la pelota el letrero "Hit me here, hard, NOW!": backspin/sidespin.

Desafortunadamente el área de juego está muy limitada y reduce en gran medida la creatividad que se puede aplicar al juego. Pues a 30 cms al lado de la mesa hay una pared, a 30 cms al otro lado hay jardín (y lodo) y sólo hay 2 metros de fondo para retirarse de la mesa, casi como andar en bicicleta en la sala de tu casa o correr un Gran Premio de Fórmula 1 en las calles de Mónaco (sorprendente como cualquier conversación se puede desbocar encarreras de autos (algo que supongo que los lectores de este blog ya sabían de mí)).

Prácticamente todos mis golpes se convirtieron en backspin/topspin, y el hecho de que todos somos amateurs y aprendices de principiantes, hizo que para algunos fuera difícil regresar ese tiro. Aunque hubo quienes no tuvieron ese problema y encontraron inmediatamente cómo hacerlo. Lo cual me lleva al inicio de este post y la hipótesis: En el ping pong, se puede establecer una relación bien definida entre la forma de juego y la personalidad del jugador. Y no me refiero que si un jugador es bueno o malo (somos aprendices de principiantes) sino a las decisiones que cada jugador toma acerca de cuál sería la mejor manera de atacar la pelota en una situación determinada: ¿Cómo reacciona al efecto que lleva la pelota? ¿Cuántas veces reacciona igual? ¿Cuántas veces decide hacer un tiro difícil que no da resultado? ¿Qué tan rápido cambia su estilo de juego al cambiar el servicio?, etc. Eso es algo que también hacía cuando estaba en prepa, y me ayudó a conocer mejor a mis amigos. Sólo que en aquel tiempo no tenía tan conscientes las teorías de personalidad (ni de ningunas otras teorías (y otras vez, no que ahora sí las sepa (es sólo que ahora sé que existen)))

Extrañamente, junto con el espacio limitado, jugamos con una regla que hace la vida más sencilla para la experimentación, pero a la cual sigo sin acostumbrarme: No entiendo por qué, si jugamos singles, el saque lo hacemos con regla de dobles, es decir, actualmente estamos sacando 'cruzado'. Y ese saque sólo aplica cuando el partido es 2 contra 2. De hecho, le quita mucho del sabor, pues a veces es aburrido saber en qué lado de la mesa esperar el servicio. Pero bueno, mientras así siga, es una variable menos qué considerar, y podremos seguir experimentando, tanto con el ping pong, como con otras teorías.

1 comentario:

Anónimo dijo...

That's a great story. Waiting for more. » »