lunes, diciembre 11, 2006

Magia

Siempre hay magia involucrada cuando llueve y conduces tu auto por las calles y avenidas de la ciudad de Monterrey.
Para algunos, la magia termina contra un poste, o se encuentra de frente contra magia Avalanche, (que difícilmente lleva las de perder).
Para otros la magia dura 4 minutos y 42 segundos, tiempo en el que haces un recorrido que en otros tiempos fue parte de la rutina diaria, a la vez que haces una llamada por teléfono y mientras te das cuenta de los cambios que ha sufrido la ciudad y que habías ignorado.
Termina y esos recuerdos tan claros regresan a ocultarse en algún rincón del subconciente. Tus ojos vuelven a ver el camino y vuelves a sentir el volante entre tus manos frías. El exceso de velocidad del que habías huído durante las últimas semanas, te ha atrapado nuevamente. Una vez más pasaste de largo tu salida.

1 comentario:

PBeltran dijo...

A Xig, by any other name, will always be a Xig