miércoles, diciembre 14, 2005

Evolución


Uno de mis amigos acaba de comprar el nuevo Honda Civic 2006, sedan. Y aunque nada más me subí en el unos cuantos minutos, inmediatamente este auto pasó a la lista del auto más deseado que mi dinero puede comprar... al menos creo que puede.

Ayer por la tarde, leí en MotorTrend, impresa, que el civic es el auto del año. Y fácilmente puedo estar de acuerdo con ellos. Tal vez sea su línea agresiva y futurista. Tal vez sea su tablero sacado de Star Wars y Star Trek (el tacómetro parece más de Star Wars, la forma del tablero parece más de Star Trek). Tal vez sea el parabrisas extremadamente inclinado. Tal vez sea la línea roja que se encuentra 10 o 15 cientos arriba de la de otros autos de su categoría. No podría listar todas sus características, pues no lo he observado con detenimiento. No podría describir cómo se maneja, pues no creo que mi amigo me lo preste. Pero ese es un auto que definitivamente hay que tener. Tal vez esta sea la decisión más visceral que he tomado desde que aconsejé a mis padres para que compraran el Chrysler Phantom, del cual ya hablé anteriormente. Pero definitivamente creo que he madurado. Ahora que lo pienso, el tablero del Phantom y del Civic tienen ciertas similitudes. Si podemos obviar los 16 años de diferencia entre uno y otro, y que en realidad el Phantom se encontraba 2 categorías arriba del Civic de su tiempo. Pero no es de eso de lo que quiero hablar. Bueno, no del todo.

Otro de mis amigos compró el mes pasado un Volkswagen Bora. Exterior blanco, vestiduras blancas, el tablero es contrastante con el del Civic, éste es más conservador, sin caer en lo convencional. El motor de este auto es de 5 cilindros, y como ya mencioné anteriormente, se queda muy corto de la línea roja del Civic. Tuve la oportunidad de manejarlo un par de kilómetros, otra vez, muy poco para dar una opinión objetiva.

La transmisión del Bora es una something-tronic de 6 velocidades. Resulta difícil recordar el prefijo, ya que cada fabricante le agrega, por lo general, el primero que se les viene a la mente. Así tenemos step-tronic, tip-tronic... Ya ni siquiera recuerdo de qué fabricante es cada una. Pero todas quieren decir lo mismo: transmisiones automáticas, que pueden comportarse como semi-automáticas, o en otras palabras, que pueden comportarse como manuales sin necesidad de embrague.

Ahora bien, después de la pequeña introducción al tipo transmisión, es importante recordar que los cambios en el Bora, y no sé si en todas las demás transmisiones de este tipo, no son nada intuitivos. Es decir, si quiero cambiar de primera a segunda, tengo que empujar la palanca hacia el frente. Si quiero cambiar de cuarta a tercera, tengo que jalar la palanca. De entrada puede parecer intuitivo. Pero si analizamos un poco las cosas, nos daremos cuenta que esto está al revés. Si voy con el acelerador a fondo en primera velocidad, es más fácil para mi pasar la mano derecha a la palanca y jalar levemente hacia atrás para cambiar a segunda. Pues la inercia de aceleración siempre hace que nuestra espalda se pegue al asiento. Así mismo, si estoy utilizando toda la potencia de frenado, para entrar a una curva a velocidad segura, digamos 100 km/h, para el momento que deje de frenar ya voy a necesitar que el auto se encuentre en la marcha que voy a utilizar para transitar la curva. Y si en la recta anterior fuera en sexta marcha y necesitara bajar a tercera, sería mucho más sencillo mantener la inercia del movimiento del cuerpo, si en vez de tener que jalar la palanca, la empujara. Todo como parte de la relación simbiótica entre el conductor y el automóvil... tema que ya trataré más adelante.

Bueno, ese es el único pequeño detalle que encontré en el Bora, con los pocos minutos que estuve en él. Pero tampoco es de esto de lo que quiero hablar.

Lo que me intriga es que el Bora en realidad pudo haberse llamado Jetta generación 5, pues en realidad es eso, el nuevo Jetta. No obstante, en México parece que tenemos predilección por los autos viejos, y lo que es peor, a pagarlos como nuevos. No me extrañaría que el Jetta A4 actual, se siga vendiendo 5 años más. Ya pasó a mitad de los 90’s con el Tsuru III, 10 años después se sigue vendiendo, y el Sentra ya ha pasado por un rediseño total desde entonces. También pasó con el Chevy, que actualmente se sigue vendiendo, como Chevy G2, pero que a grandes rasgos es lo mismo; el actual Corsa se va a descontinuar, y en México se va a seguir vendiendo un auto que pertenece al pasado. Ya no voy a mencionar el clásico VW Beattle. ¿Por qué los mexicanos no somos exigentes y obligamos a que las constructoras de autos descontinúen sus productos viejos? O una forma distinta de plantear la misma pregunta ¿Por qué los mexicanos le tenemos miedo al cambio? O aún otra forma distinta ¿Por qué seguimos aceptando productos que en otra parte ya son considerados como basura?

Estamos frenando el proceso evolutivo, tristemente ese es el papel que muchas veces le toca jugar a este país.

¿Por qué todo mundo tiene un Jetta en la cabeza?... ¿y un tsuru, y un chevy y un vocho?

Eso lo único que hace es que las empresas automotrices encuentren un pretexto para elevar los precios de sus automóviles nuevos, que en México son mucho más caros que en otras partes del mundo… y nosotros somos responsables, en parte, de esa situación. Seguimos demandando autos descontinuados a precio de nuevos.

Por lo pronto, yo voy a intentar evolucionar. Ya tengo en la mira un Civic Coupé para 2007.

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