No siempre es bueno externar lo que ocurre en la mente de un Xig. Y menos cuando estamos hablando del Xig promedio.
El problema de llegar a acuerdos y concensos entre las múltiples personalidades nos hace recordar que buena idea es mantener a personas distintas en cuerpos separados, así cuando quieres golpear al interlocutor en cuestión, no te duele a ti.
Cosas tan triviales como decidir qué auto comprar y cuándo vender el auto actual: mítico Ford Escort con 210,000 kílometros en el odómetro, son causa de una polémica y discusión tan grande que producen dolor de cabeza.
Luego sucede algo, pierdes el control sobre ti mismo y lo último que recuerdas es que no puedes recordar lo qué estabas pensando, o lo que querías pensar, ¿habrá una sensación más frustrante que no recordar lo que querías pensar?
Supongo que pocas cosas pueden ser más frustrantes que un intento fallido de suicidio. Pero es algo que aún no podemos comprobar.
Y cuando menos te lo esperas, el auto está otra vez ahí afuera, con el motor encendido, esperando por ti.
Hay muchas cosas que no es sabio comprobar empíricamente, para eso vamos a dejar sólo las hipótesis y simulaciones. Simplemente hay situaciones en las que sabes que no debes encontrarte.
Y luego, sin aviso alguno, otra vez las hormigas se están llevando el estambre por la grieta en la pared. Hormigas hepatíticas.
Hay autos que definitivamente debes evitar, y tal vez he encontrado otro ejemplo de ello, pero ahora no es el momento para hablar de ello.
Es difícil estar conscientes de lo que somos, la mayoría de las veces el conocimiento que tenemos sobre nuestra persona no es más que la punta del iceberg. Y no siempre estamos preparados para la verdad. Abstraerse del entorno, para obtener una perspectiva objetiva del yo no siempre es posible, y las pocas veces que lo es, observamos cosas que preferiríamos no observar.
No siempre es placentero observarnos a nosotros mismos, y menos cuando no nos hemos avisado que estamos siendo estudiados.
A final de cuentas, la mente humana es tan limitada para la comprensión de si misma, que no es sorpresa que algunos valores y actitudes estén (o nos parezcan) tan torcidos en algunas personas. No es como comprar una Guia Roji y ver el índice para encontrar el mapa.
Desilusión si nunca descubres quien eres realmente. Desilusión si lo descubres.
El problema de llegar a acuerdos y concensos entre las múltiples personalidades nos hace recordar que buena idea es mantener a personas distintas en cuerpos separados, así cuando quieres golpear al interlocutor en cuestión, no te duele a ti.
Cosas tan triviales como decidir qué auto comprar y cuándo vender el auto actual: mítico Ford Escort con 210,000 kílometros en el odómetro, son causa de una polémica y discusión tan grande que producen dolor de cabeza.
Luego sucede algo, pierdes el control sobre ti mismo y lo último que recuerdas es que no puedes recordar lo qué estabas pensando, o lo que querías pensar, ¿habrá una sensación más frustrante que no recordar lo que querías pensar?
Supongo que pocas cosas pueden ser más frustrantes que un intento fallido de suicidio. Pero es algo que aún no podemos comprobar.
Y cuando menos te lo esperas, el auto está otra vez ahí afuera, con el motor encendido, esperando por ti.
Hay muchas cosas que no es sabio comprobar empíricamente, para eso vamos a dejar sólo las hipótesis y simulaciones. Simplemente hay situaciones en las que sabes que no debes encontrarte.
Y luego, sin aviso alguno, otra vez las hormigas se están llevando el estambre por la grieta en la pared. Hormigas hepatíticas.
Hay autos que definitivamente debes evitar, y tal vez he encontrado otro ejemplo de ello, pero ahora no es el momento para hablar de ello.
Es difícil estar conscientes de lo que somos, la mayoría de las veces el conocimiento que tenemos sobre nuestra persona no es más que la punta del iceberg. Y no siempre estamos preparados para la verdad. Abstraerse del entorno, para obtener una perspectiva objetiva del yo no siempre es posible, y las pocas veces que lo es, observamos cosas que preferiríamos no observar.
No siempre es placentero observarnos a nosotros mismos, y menos cuando no nos hemos avisado que estamos siendo estudiados.
A final de cuentas, la mente humana es tan limitada para la comprensión de si misma, que no es sorpresa que algunos valores y actitudes estén (o nos parezcan) tan torcidos en algunas personas. No es como comprar una Guia Roji y ver el índice para encontrar el mapa.
Desilusión si nunca descubres quien eres realmente. Desilusión si lo descubres.
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