martes, noviembre 21, 2006

Decisiones Financieras

Algo que aprendí durante la última vez que trabajé en Zacatecas, es que no es muy sensato obtener un crédito para comprar activos que se deprecian rápidamente con el tiempo. Pues al hacerlo, se están comprometiendo los ingresos futuros, y es imposible utilizar los bienes comprados para liquidar la deuda, pues para el momento que se pretende hacer eso, los bienes en cuestión difícilmente cubrirán el monto de interés más capital

Todo esto viene a que desde hace unos meses, he estado pensando en adquirir un crédito. Y no es que no le esté agradecido al Escort por todo lo que me ha facilitado la vida los últimos años, pero el auto empieza a notar signos de envejecimiento, y en las calles cada vez hay autos más agradables. Había decidido comprar auto nuevo.

Así pues, estuve haciendo investigación acerca de los autos que se ofrecen actualmente en el mercado mexicano y evaluando las mejores opciones que mi dinero (con ayuda de un crédito) pueden comprar. Las opciones finales fueron 3: Mondeo Core, Mazda3 s y Mazda6 i (No voy a mencionar ahora que también me llamó la atención el Mazda5 i (Debido al reciente crecimiento en mi familia y a que creo que es de lo poco rescatable de ese tipo de transportes de cuyo nombre no quiero acordarme (Minivans para los que quieren ahorrarse la visita al sitio de Mazda))).

Todo era fácil, entrar a la calculadora financiera del distribuidor, teclear mis ingresos, teclear mis gastos mensuales, presionar el botón 'Calcular' y esperar que me arrojara si podía o no pagar la mensualidad del auto en cuestión.

20% de enganche sobre el precio de lista del auto y ¡a estrenar! Hasta ese momento todo era emoción, y poco el razonamiento. Al hacer un análisis un poco más a fondo, me di cuenta que había que considerar otros $20,000 (devaluados pesos mexicanos) por conceptos varios entre: apertura de crédito, tenencia (seguimos pagando los gastos de unas olimpiadas que fueron hace casi 40 años) y seguro.

Y fue en ese momento que me di cuenta que no sería sensato comprar algo tan caro y estar pagando tanto de mensualidad durante tanto tiempo, cuando al final de los 3 años del crédito, el auto costaría menos de la mitad de lo que habría paguado por él. Después de horas y horas de reinventar el hilo negro y mientras conducía (o al menos intentaba) en medio de un embotellamiento por accidente en pavimento mojado (de esos tan típicos en la ciudad de Monterrey que ya son parte del recorrido turístico, incluyendo la Cola de Caballo, la Presa de la Boca, la machaca con huevo y el cabrito). Decidí que no tenía necesidad de comprar auto nuevo, pues el fiel Escort sigue dando batalla, sigue siendo confiable para viajar en carretera, y mi familia aún cabe cómodamente en él. Sin considerar que un auto nuevo y ágil no sería de mucha utilidad a 7 km/h con otros 550 vehículos alrededor. El costo por km/h de la casa al trabajo y viceversa, sería estúpidamente elevado. Además de que en la casa donde vivo actualmente no tengo cochera y el auto se tendría que quedar en la calle. Es muy poco probable que se lo roben, pero sí le podría pasar algo a los rines de 17 pulgadas o en la calle le podrían dar un golpe o hacer un rayón, y no estoy listo para envejecer los 7.24 años producto de que tu auto nuevo reciba su primer golpe.

Así pues, abandoné mi búsqueda por auto nuevo (sólo en la mente, en el corazón todavía le tengo puestos los ojos a un Mazda6 (pero eso es algo que ya pasará)). Pero como no podía quedarme quieto y estar sentado sin hacer nada, tenía que comprar algo (Shopping: deporte nacional de regiolandia, junto con las carnes asadas (en las que aveces ni carne hay)). Así que a inicios de septiembre pensé: El PlayStation 3 sale en noviembre, y también el Nintendo Wii, que mejor forma de regresar a mis hábitos de Videogame player que comprando dos consolas de nueva generación y aprovecharlas con sonido Dolby 5.1 (Gigafónico Gigaround). Aún cuando las consolas también se devalúan con el tiempo, esas sí las podía comprar de contado, lo cual no comprometía en lo más mínimo mi ingreso futuro. Es más hasta podría ir entrenando a mi niña en las artes de los juegos de video.

Bien, los planes iban por buen camino, y casi hasta pensé en comentárselo a mi esposa. Pero en ese momento recibí la iluminación que hacía años no recibía. Me di cuenta que el principal problema para no comprar auto nuevo era que no quería dejarlo en la calle. Solución sencilla: Renta una casa con cochera.

El debate y la emoción entre las personalidades del Xig tomaron fuerza nuevamente. Renta casa, compra carro: todos felices y contentos. Pero ¡oh gran problema!, las rentas en la ciudad de Monterrey son excesivamente altas, y las casas que están a buen precio están más cerca de Saltillo que de la Macroplaza, o más cerca de Nuevo Laredo, o más cerca de Tijuana. No era viable rentar casa y comprar auto a la vez. Además rentar casa es casi como estar tirando dinero cada mes (con la única comodidad de que puedes ir a llorar bajo el techo de alguien más sobre ese dinero que has perdido, o que, efectivamente, le has dado a el 'alguien más' en cuestión).

Existen momentos en que comprar casa es una mejor opción que rentar (Nunca mejor que construir a tus necesidades específicas, pero si mejor que estar a disposición de las necesidades de los demás) Y a fin de cuentas, lo que decidimos mi esposa y yo, era que necesitábamos comprar una casa (antes de que la economía se desestabilizara por el cambio de sexenio y porque al parecer tendremos 2 'presidentes'(Supongo que con democracia, cada país tiene lo que se merece (pero de eso ya hablaremos después))). Después de mucho investigar los diferentes productos financieros para obtener una vivienda, y después de un análisis exahustivo, me di cuenta que al final de los 15 años de un crédito hipotecario, con las tasas de interés actuales (Segundo semestre 2006), el valor de la casa sería mucho más que el 50% que lo que terminaría pagando por ella. Claro que sería mucho mejor si la pudiera comprar de contado, pero dado que no tenía para comprarme un auto menos para comprar una casa. Ese es el motivo por la que ninguna de las personalidades del Xig se había tomado el tiempo para actualizar este blog. Ya en otro post comentaré lo que aprendí del proceso de búsqueda de vivienda y de los créditos hipotecarios.

Espero nunca tener que publicar un post con alguna experiencia de que el banco se quede con la casa, pero si así fuera, al menos no tendría problemas por tener que dejar el Mazda6 en la calle (pues por un tiempo no habrá Mazda6 ni ningún otro auto nuevo en la cochera de mi próxima casa), el Escort, afortunadamente, ya está acostumbrado a ello.