Este fin de semana me llevé una agradable sorpresa: El Swift no encendió el domingo por la mañana a causa de batería descargada. El lunes... hizo exactamente lo mismo.
No tendría problema en aceptarlo, de no ser porque en noviembre del año pasado, le acababa de cambiar la batería. Menos de un año de vida y eso que la anterior, que duró casi 2 años y medio, se me hizo que expiró extremadamente rápido. Aunque considerando la cantidad de equipo eléctrico del auto, y el hecho de que es extremadamente pequeño, no debería sorprendernos tanto la corta vida del acumulador. Suzuki bien pudo haber incluido un acumulador ligeramente más grande en la versión como la que se vende en México.
Busqué la factura por todas partes y no daba con ella, al final, ya cuando me estaba dando por vencido, la encontré en la cajuela del auto (¿Cómo se puede esconder una factura en una cajuela tan pequeña?). 5 minutos después ya estaba en la agencia reclamanado por la baja calidad de la batería que le habían instalado (obviamente en la agencia, porque la batería es lo suficientemente rara como para no ser distribuida por nadie más en esta ciudad (De hecho busqué algún otro distribuidor que la tuviera hace un año, pues el costo en Suzuki me parecía excesivamente alto(pero ese es un tema que no vamos a tocar ahora))).
Llevé el auto el lunes en la mañana. Les expliqué todo el problema y el tiempo que tenía con la batería. El día transcurrió y al final se comunicaron conmigo para decirme que mi auto ya tenía prácticamente 3 años de uso y que iban a ver si podían meter la batería a garantía, yo los interrumpí para decirles que no iba a pedir garantía del auto, sino únicamente del acumulador, que había cambiado once menses antes en ese mismo taller.
Me devolvieron la llamada poco después, y mi más terrible temor se hizo realidad: El auto tendría que pasar la noche en la agencia, efectivamente dejándome sin auto por más de 24 horas.
Es uno de esos momentos en que te sientes tan desprotegido, peor que si te hubieras quedado sin casa (supongo que eso digo porque nunca me he quedado sin casa (aunque también estoy seguro que seguiré diciendo lo mismo si en algún momento llegara a ocurrir)). Esa sensación de ansiedad de que el tiempo no corre lo suficientemente rápido y que de hecho se estanca y se aferra al presente hasta diluirse en un amalgama de flujos que no van a ningún lado (claro, de esto tampoco hablaremos hoy).
Al inicio del segundo día se comunicaron conmigo para pedirme la factura, creo que con intención de que yo les dijera que no la tenía y ellos poder decirme que no entraría en garantía. No obstante les dije, "ahora mismo la escaneo y se las envío por correo".
Horas más tarde, después de la hora de la comida, me hablan para decirme que el auto ya está listo. Que podía pasar por él en cualquier momento antes de las 6:30pm.
Llegué al taller y para mi sorpresa el auto estaba extremadamente limpio, la batería era nueva y no había tenido que desembolsar ni la más mínima fracción de los $2,790.00 que me costó el acumulador allá en Noviembre de 2009. Algunas veces el mundo simplemente funciona.
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