¿Qué ocurre cuando se está acabando el semestre y se te hace tarde un lunes por la mañana cuando estás en el límite de faltas de una de esas materias sin sentido que por ningún motivo quisieras reprobar y mucho menos volver a llevar? Le pisas al acelerador e incluso rebasas a un vehículo que va rebasando a otro (¡en una carretera simple de 2 carriles!). Definitivamente una racha de velocidad memorable. No fue el primer día que corrí ese auto, pero sí fue un evento que contribuyó a la simbiosis Xig-Phantom que caracterizaría los siguientes meses. Me pregunto si mi hermana ya habrá olvidado la agradable experiencia. Lo bueno es que llegué a tiempo y no tuve faltas adicionales.
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