Un día como hoy, aproximadamente a esta hora, pero del año 1994, Ayrton Senna sufría su accidente fatal en la curva de Tamburello del Autódromo Enzo e Dino Ferrari.
Un fin de semana trágico durante el gran premio de San Marino. El viernes, Rubens Barrichello tuvo un accidente muy grave y tuvo que ser hospitalizado.
El sábado durante la calificación, Roland Ratzenberg perdió el ala frontal de su Simtek y se chocó a una velocidad impresionante en la curva Villeneuve, que en aquél entonces no era una chicana, sino una curva de alta velocidad. Falleció instantáneamente.
Los eventos del viernes y sábado produjeron un impacto tan fuerte en Senna, que por un momento parecía haber perdido el interés por que se corriera la carrera del domingo. Sin embargo su competitividad característica y el hecho de que hasta ese momento todavía no tenía ningún punto en el campeonato y un jóven Michael Schumacher había ganado las primeras carreras de la temporada, lo impulsaron a seguir participando de los eventos de ese fatídico fin de semana.
Hay que tener en perspectiva que esa era la temporada 11 en que corría Senna, y que la última muerte de un piloto durante un Gran Premio fue en 1982, Ricardo Paletti, durante el Gran Premio de Canada (irónicamente en el circuito Guilles Villeneuve, quien a su vez había sido el piloto fallecido en Gran Premio inmediato anterior a Paletti). El punto es que ya habían pasado casi 12 años desde que se presentara un accidente fatal en durante un fin de semana de Gran Premio. El periodo más largo entre accidentes fatales en la F1 hasta ese momento.
Los 2 accidentes, el de su protegido Barrichello y el de Ratzenberg, sometieron a Senna a una prueba tremenda para confirmar si todo lo que hacía realmente valía la pena.
Tal vez la carrera del domingo nunca debió llevarse a cabo. Tal vez Ayrton no debió tomar parte de ese Gran Premio, pero dejaría de ser él si le diera la espalda a una competencia.
En retrospectiva fue su alta competitividad la que lo llevó a subir al Williams el domingo. Fue ese deseo de ser el mejor y el más rápido.
Durante años se ha especulado sobre la causa real del accidente. Si eran las llantas frías producto del Safety Car de las primeras vueltas, o que si se rompió por fatiga la columna de la dirección, o que si Ayrton perdió el conocimiento producto de aguantar la respiración para poner sus sentidos más alerta (esta es una teoría de conspiración algo descabellada, pero en fin...), o que si su auto perdió momentáneamente el control tras pasar por una ondulación y sus reflejos rapidísimos intentaron corregir el sobreviraje (que no iba a existir) y eso lo mandó directamente hacia el muro, o que si él planeo deliberadamente tener un accidente grave para demostrar a la F1 y al mundo que la F1 ya no era tan segura como creían. Y la lista sigue y sigue.
Hay muchas cosas que no se han hecho públicas sobre el accidente, como el hecho de que la telemetría y el video de la camara del auto, terminan aproximadamente un segundo antes del impacto. O el hecho de que durante años la corte italiana estuvo involucrada, argumentando homicidio (accidental o no) por parte de Williams. Y que el auto estuvo detenido y no fue regresado inmediatamente al equipo. Todo esto hace que sea muy difícil re-encontrar la verdad.
Sin embargo, una vez más que volteamos al pasado y vemos las cosas con detenimiento; si alguna vez se hacen públicas la verdad con todo detalle o no. Es importante tener en cuenta que el destino de Ratzenberg y Senna nos dio una F1 con 15 años (y contando) sin accidentes fatales durante un Gran Premio. Pues todas las mejoras a la seguridad producto de ese fatídico fin de semana, han salvado la vida de muchos pilotos: Hakkinen en Adelaida 95, Schumacher en Silverstone 99, Burti en Spa 2001, Sato en Austria 2002, Alonso en Brazil 2003, Zonta en Interlagos 99, Villeneuve en Spa 99, Kovalainen en Barcelona 2008, etc, etc.
Hay quienes dicen que Senna es una leyenda debido a su trágica muerte. La verdad es, que viéndolo desde una perspectiva objetiva, Senna tenía sus errores y debilidades, y también sus destellos de grandeza. Pero ciertamente no ha habido piloto más influyente en los últimos 25 años para que la F1 se convirtiera en lo que es ahora.
Un fin de semana trágico durante el gran premio de San Marino. El viernes, Rubens Barrichello tuvo un accidente muy grave y tuvo que ser hospitalizado.
El sábado durante la calificación, Roland Ratzenberg perdió el ala frontal de su Simtek y se chocó a una velocidad impresionante en la curva Villeneuve, que en aquél entonces no era una chicana, sino una curva de alta velocidad. Falleció instantáneamente.
Los eventos del viernes y sábado produjeron un impacto tan fuerte en Senna, que por un momento parecía haber perdido el interés por que se corriera la carrera del domingo. Sin embargo su competitividad característica y el hecho de que hasta ese momento todavía no tenía ningún punto en el campeonato y un jóven Michael Schumacher había ganado las primeras carreras de la temporada, lo impulsaron a seguir participando de los eventos de ese fatídico fin de semana.
Hay que tener en perspectiva que esa era la temporada 11 en que corría Senna, y que la última muerte de un piloto durante un Gran Premio fue en 1982, Ricardo Paletti, durante el Gran Premio de Canada (irónicamente en el circuito Guilles Villeneuve, quien a su vez había sido el piloto fallecido en Gran Premio inmediato anterior a Paletti). El punto es que ya habían pasado casi 12 años desde que se presentara un accidente fatal en durante un fin de semana de Gran Premio. El periodo más largo entre accidentes fatales en la F1 hasta ese momento.
Los 2 accidentes, el de su protegido Barrichello y el de Ratzenberg, sometieron a Senna a una prueba tremenda para confirmar si todo lo que hacía realmente valía la pena.
Tal vez la carrera del domingo nunca debió llevarse a cabo. Tal vez Ayrton no debió tomar parte de ese Gran Premio, pero dejaría de ser él si le diera la espalda a una competencia.
En retrospectiva fue su alta competitividad la que lo llevó a subir al Williams el domingo. Fue ese deseo de ser el mejor y el más rápido.
Durante años se ha especulado sobre la causa real del accidente. Si eran las llantas frías producto del Safety Car de las primeras vueltas, o que si se rompió por fatiga la columna de la dirección, o que si Ayrton perdió el conocimiento producto de aguantar la respiración para poner sus sentidos más alerta (esta es una teoría de conspiración algo descabellada, pero en fin...), o que si su auto perdió momentáneamente el control tras pasar por una ondulación y sus reflejos rapidísimos intentaron corregir el sobreviraje (que no iba a existir) y eso lo mandó directamente hacia el muro, o que si él planeo deliberadamente tener un accidente grave para demostrar a la F1 y al mundo que la F1 ya no era tan segura como creían. Y la lista sigue y sigue.
Hay muchas cosas que no se han hecho públicas sobre el accidente, como el hecho de que la telemetría y el video de la camara del auto, terminan aproximadamente un segundo antes del impacto. O el hecho de que durante años la corte italiana estuvo involucrada, argumentando homicidio (accidental o no) por parte de Williams. Y que el auto estuvo detenido y no fue regresado inmediatamente al equipo. Todo esto hace que sea muy difícil re-encontrar la verdad.
Sin embargo, una vez más que volteamos al pasado y vemos las cosas con detenimiento; si alguna vez se hacen públicas la verdad con todo detalle o no. Es importante tener en cuenta que el destino de Ratzenberg y Senna nos dio una F1 con 15 años (y contando) sin accidentes fatales durante un Gran Premio. Pues todas las mejoras a la seguridad producto de ese fatídico fin de semana, han salvado la vida de muchos pilotos: Hakkinen en Adelaida 95, Schumacher en Silverstone 99, Burti en Spa 2001, Sato en Austria 2002, Alonso en Brazil 2003, Zonta en Interlagos 99, Villeneuve en Spa 99, Kovalainen en Barcelona 2008, etc, etc.
Hay quienes dicen que Senna es una leyenda debido a su trágica muerte. La verdad es, que viéndolo desde una perspectiva objetiva, Senna tenía sus errores y debilidades, y también sus destellos de grandeza. Pero ciertamente no ha habido piloto más influyente en los últimos 25 años para que la F1 se convirtiera en lo que es ahora.
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