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Tomado de xkcd.com
Tomado de xkcd.com
Llegan momentos en la vida de todo programador en que quisiera que la computadora le gritara donde está ese pequeño error que ha estado buscando (con moderadamente nulo éxito) durante todo el día.
Cuando el programador en cuestión obtenga una herramienta así, pasará el tiempo recordando como antes las cosas eran mejores, tal vez más difíciles, pero a también más personales. Si no hace toda esa reflexión, al menos deseará desactivar la molesta opción para que la computadora ya no le esté recordando sus errores.
Pero todo habrá evolucionado, las nuevas tecnologías ofrecerán opciones de las que la ciencia ficción sólo soñaba ayer (hoy ya algún geek hizo un prototipo moderadamente funcional (mañana alguien más se habrá hecho rico con tal invento (pero ya después hablaremos de eso))). El programador en cuestión terminará adoptando todas esas novedades y su trabajo será más sencillo (su vida, casi más feliz), hasta que llegue otro momento de ansiedad y desesperación, donde se ponga nuevamente la realidad en perspectiva (con los respectivos trabajo sencillo y vida feliz fluyendo agua abajo por el escusado). Me han contado.
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