jueves, agosto 31, 2006

Sabes que estás envejeciendo cuando...

  • El campeón actual de la F1 es menor que tú.
  • El campeón anterior de F1 es 10 años mayor que tú y todo mundo dice que ya debe retirarse porque está viejo.
  • Te cuesta trabajo estar 36 horas continuas sin dormir.
  • Te das cuenta que cada vez, los días pasan más rápido y añoras aquellos tiempos de antaño cuando eras joven y un día era 1/3000 de tu vida, no 1/10000.
  • Conoces a personas que saben mucho más que tú del tema que más te apasiona...
  • ... y te preguntas todo lo que sabrán cuando tengan tu edad.
  • Los mejores jugadores de tenis son menores que tú...
  • ... y de hecho, son de la edad de tus hermanos menores.
  • Es difícil encontrar energía en una noche de desvelo.
  • Recuerdas como una parte muy importante de tu vida, el internet sin www.
  • Manejar un auto se ha convertido en obligación.
  • Finalmente logras reunir el dinero para comprar eso que tanto habías querido, y no lo compras.
  • Salir a manejar en la noche no te quita el sueño.
  • Abres el Google Earth, y recuerdas con nostalgia los lugares donde creciste...
  • ... te das cuenta cómo han cambiado...
  • ... notas que no todas las fotos de satélite están actualizadas.
  • Te das cuenta que el celular es una necesidad.
  • Sabes que por muy malo que sea el día de hoy, éste ya acabará, y seguro habrá un día peor.
  • Por fin consigues la colección de juegos de video que siempre habías querido, y no encuentras tiempo para jugarlos.
  • No entiendes cómo tenías noches completas para estudiar el firmamento...
  • ... y te das cuenta de los cambios sútiles que ha sufrido el cielo desde entonces.
  • Estás a punto de cumplir la edad de tu héroe de comics de la infancia.
  • Has sentido ese primer dolor en una articulación, de los que tiempo atrás no creías que fueras a sufrir.
  • Tu conexión de internet te permite bajar más multimedia de la que puedes disfrutar.
  • Viajar se ha converitdo en 'al llegar...' en vez de 'mientras llegamos'.
  • No recuerdas cuando fue la última vez que te sentaste a observar el comportamiento de algún insecto durante horas, sin que nada más importara.
  • Te das cuenta que cada vez te cuesta más trabajo entender los impulsos y las motivaciones internas de los demás.
  • Recuerdas como era sencillo observar durante días, cómo funcionaba el mundo allá afuera.
  • Dejas de hacer las cosas por impulso, y piensas más en el bienestar de los que te rodean.
  • El mundo deja de acabarse porque te pierdes tu programa de televisión favorito.
  • Te detienes a pensar un momento, y te das cuenta que un par de años atrás sabías muy poco acerca del tema que creías ser experto.
  • Intentas que tus pesadillas más terribles de la infancia sean una fuente de inspiración.
  • Sabes que ningún futuro campeón de F1 nació antes que tú.
  • Te has dado cuenta que los conocimientos verdaderos llegan cuando los tienes que enseñar.
  • Has adquirido la suficiente experiencia para saber que las cosas se van a salir de control.
  • Te das cuenta que la sabiduría es más difícil de obtener de lo que creías.
  • Miras por el parabrisas y se ve menos que por el retrovisor.
  • Tu mente es capaz de crear terror que los demás no entienden.
  • Empiezas a entender profundamente el significado de que dos galaxias estén separadas por 400 millones de años luz...
  • ... de que 2 galaxias a 150 mil años luz de distancia interactúen entre sí...
  • ... y de que eso sea sólo una parte de lo que se puede ver en un punto en el cielo.
  • Abrazas a la ansiedad y no se siente lo mismo que cuando eras joven.
  • No siempre estás dispuesto a llevar el auto que manejas al límite.
  • La música que te gusta es de hace más de 15 años.
  • Ya no estás al día en las novedades que hay en los medios.
  • Las personas que eran niños cuando tú estudiabas la carrera, ahora son tus colegas y ganan más que tú.
  • Te das cuenta que es difícil hacer una lluvia de ideas.
  • Más de una de tus personalidades han muerto...
  • ... y las demás no se han dado cuenta.

martes, agosto 22, 2006

Vacío

La mayoría de las veces, es difícil encontrar una frase para iniciar un texto. Y dada esa dificultad, creo que el mensaje de este día carecerá de primera oración. Pues no encontré la adecuada.

No obstante, espero poder encontrar oración final. Las cuales también son díficiles de encontrar. Pero una vez que tenemos el inicio y el fin, sólo hay que esperar a que las cosas fluyan en medio, estirándose de un lado a otro, hasta que se encuentran.

De la misma manera que dejamos que la especificación se convierta en el software, o que el agua se convierta en cerveza.

Bueno, pero no es de nada de eso de lo que pretendía hablar. El tema al que quería llegar (irónicamente sin un ejemplo de esa fluidez mencionada hace dos párrafos) está relacionado con la pequeña pero filosófica plática con C#eco, donde intentábamos recordar qué fue primero si el Ipod o el Civic. Y más tarde una pregunta de Ekkaia de que si Évelyn se había comido mi blog o si lo había usado como pañal en un momento de desesperación.

¿Exactamente a donde va todo esto? Todo esto está relacionado con la billetera vacía y con la distancia entre dos galxias cualquiera. Sin olvidar que, aunque pequeños, somos una parte del mundo que habitamos, de la galaxia que por azar nos tocó conocer de cerca, y de un universo que no terminamos de comprender. A final de cuentas, cuando nos sentamos a meditar sobre el vacío que hay entre cada uno de los cuerpos que habitan el universo, pronto nos daremos cuenta que el universo está hueco que lleno, y de la misma forma en que los electrones que orbitan al núcleo, dejan un espacio entre sí, nos es fácil inferir que el universo está completamente imbalanceado: Es más vacío que materia... es más 'nada' que 'algo'.

Luego, haciendo un zoom-in, intentamos centrarnos en lo que nos es familiar: La Vía Láctea, el Sistema Solar, pasando por Plutón, que difícilmente va a protestar que se le considere un planeta menor como a Ceres, llegamos a La Tierra. Intentemos obviar el hecho de que el universo es un vacío infinito, donde singularidades en forma de materia y energía se manifiestan. Llegamos al mundo del hombre. Ese pequeño rincón en las orillas de una galaxia como cualquier otra. Donde el vacío se ha acomodado de cierta forma, que ha permitido que una raza pseudo-inteligente crezca y se desarrolle, en muchos otros rincones del universo ya se desarrollaron inteligencias más efectivas.

Hacemos zoom-in hasta llegar a un individuo promedio de la raza humana. No el genio que trabaja en un laboratorio bajo tierra en Europa, ni el millonario que vive preocupado de vanalidades en su departamenteo en Nueva York. Ni el religioso que vive con lujos a las expensas de los creyentes. Cuando hacemos zoom al ser humano promedio. Llegamos a aquellos que tienen un vacío en su billetera (si es que la tienen), aquellos que no siempre tienen algo para comer; personas que no encuentran mucha diferencia entre lujos y necesidades básicas, pues para ellos son igual de difíciles de satisfacer. Cuando vemos al individuo promedio, y lo comparamos con la avanzada, inteligente, consciente, próspera, etc. que se autoconsidera la cultura humana. Podremos ver, si nos acercamos y observamos con especial atención al detalle, cómo el vacío del que está formado el universo, no está ausente en el mundo del humano.

¡Y vaya! que la cultura humana es complicada. Y dada la importancia que el ser humano da a elementos propios de la cultura, de la especie; e intentando comprender la realidad desde una perspectiva limitada, nos damos cuenta que el humano es complejo no por casualidad, sino por necesidad. Y esa elaborada maraña que la especie misma se ha creado y también convencido de que es la realidad; en cierta forma cuestiona la inteligncia de la que alardea la especie. Y es dentro de esa complejidad que llegamos a otra paradoja: El alcance limitado de mis acciones está confinado al vacío inmediato que tengo al alcance de la mano, al alcance del vacío que rodea la singularidad de materia que he creído ser. Sin embargo, la interacción entre dos vacíos, no va a cambiar nada. No importa lo poco o mucho que pueda hacer, nada va a cambiar nada. La singularidad de la materia está en desventaja contra el resto del universo. Somos vacío en potencia, esperando que cuando llegue el momento, una singularidad de la que no hay prueba se manifieste y nos hagamos uno con el universo, con su vacío. Desde ahora lo somos, siempre lo hemos sido. No lo aprovechamos, pues no nos damos cuenta.